Gracias a las posibilidades y flexibilidad que nos ofrecen las redes de computadoras, el trabajo que realizamos a diario con ellas se simplificó y nos permitió hacer más o descansar menos, depende del modo en que lo miremos. Sin embargo, y como con cualquier otra implementación compleja, mientras más son las ventajas, más problemas es posible que podamos tener.
Recordemos que en una red interactúan varios dispositivos y muchos metros de cable con sus conectores y accesorios respectivos, además de las configuraciones de software para mantenerlas funcionando, y siempre es posible que surja alguna problemática, dejando a cualquiera de sus nodos sin funcionar en completo aislamiento de las demás computadoras.
En este artículo, conoceremos los mejores consejos y pautas a seguir para cuando aparezca algún problema de este tipo, lo que nos será de mucha utilidad ante cualquier desperfecto que no sea mayor y no tener que depender de técnicos especializados que seguramente nos cobrarán una buena cantidad por algo que podemos reparar por nosotros mismos.
Cable incorrecto, conector mal hecho o en malas condiciones
Cable incorrecto, conector mal hecho o en malas condiciones
Una de las causas principales para que una red de computadoras pueda funcionar incorrectamente es su parte más básica, es decir el conexionado físico. Un cable en mal estado o simplemente mal encajado en su conector es la causa probable del 90% de los problemas que se pueden tener en una red.
Si bien este tipo de conectores de red han sido diseñados y fabricados para acoplarse a la perfección, a veces suele suceder que por movimientos bruscos se desconecten.También es posible que no funcionen debido a fallas por contactos del conector, que pueden estar sucios u oxidados.
Si sospechamos que algo de esto pueda haber ocurrido, la mejor manera de solucionar este inconveniente es desconectar el cable y comprobar si el cable presenta algún problema de los descritos. Si están flojos, ajustarlos, y si están sucios u oxidados, no queda otra alternativa que cambiarlos por unos nuevos o repararlos, en el caso de que tengamos la habilidad y el instrumental necesarios.
Placa de red quemada o con mal funcionamiento
No cabe ninguna duda que si notamos que una de las placas de red de alguna de las computadoras se ha averiado es una de las más frustrantes noticias que podemos recibir, sobre todo si nuestra red cuenta con varias computadoras. Afortunadamente, saber cuál de ellas se ha quemado es relativamente fácil.
Para ello, comprobamos que todo está correctamente instalado y en funcionamiento, y luego observamos detenidamente la placa de red para comprobar si funciona, viendo si alguno de sus LEDs se enciende o parpadea. Sin embargo esto no es necesariamente una buena noticia, ya que es posible que las luces enciendan pero que no transmita ni reciba datos, el principal indicador de que la placa de red no trabaja correctamente es que no la reconozca el sistema operativo.
Entonces, si ya hemos comprobado que la placa de red está correctamente cableada, la estructura de la red envía y recibe datos y los controladores de la misma están bien instalados, pero no podemos comunicar esa PC con las demás de la red, es más que seguro que se ha dañado la placa, por lo que toca reemplazarla por una nueva.
Switch quemado por problemas eléctricos
Por más recaudo que tomemos con los componentes electrónicos, montando estabilizadores de tensión o hasta incluso unidades de alimentación ininterrumpida (SAI), la electricidad siempre se las ingenia para jugarnos una mala pasada y dejar alguno de nuestros costosos equipos inservible.
En el caso de los switch, si sospechamos que pueda haber sido atacado por un golpe eléctrico, lo primero que tenemos que comprobar para saber si sigue en buen funcionamiento, es fijarnos en el panel físico del mismo, o en el caso de que no disponga de esta comodidad, acceder a al dispositivo a través de un navegador.
Claro está que si el switch se ha quemado o dañado completamente, no encenderá ninguna de sus luces. Pero en el caso de que el dispositivo sí encienda sus luces y se comporte de manera aparentemente normal, pero aún tengamos problemas para acceder a través del aparato a algunas de las PCs de nuestra red, existe la posibilidad de que el switch si se encuentre dañado, aunque no del todo. Por supuesto que la solución a este problema es comprar un switch nuevo, solución rápida pero no indolora.
En el caso de que todo funcione correctamente, pero tengamos ciertos problemas como un mal encendido o reseteos de la unidad persistentes, también podemos revisar el tomacorriente al que está enchufada la unidad para comprobar si existe algún problema eléctrico en el mismo.
El alcance de la red inalámbrica no es el adecuado
Como sabemos, las redes inalámbricas Wi-FI son prácticas de instalar y muy fáciles de usar y configurar, sin embargo suelen tener problemas de alcance, y por el tipo de entorno en las que se las utiliza están sujetas a toda clase de interferencias.
Las redes Wi-Fi, al montarse por ondas de radio, son muy sensibles a todos los elementos que encuentran a su paso como paredes, muebles y otros, degradándose su calidad conforme cruza los obstáculos.
Si comprobamos que el alcance de la red inalámbrica no es el adecuado aun estando en el área mínima de transmisión y recepción efectivas, lo más probable es que tengamos problemas con interferencias.
En este sentido, lo primero que tenemos que hacer para solucionar el problema es por supuesto despejar el camino de la señal. Para ello deberemos fijarnos que entre el router inalámbrico y las computadoras y dispositivos a alcanzar no existan paredes gruesas, teléfonos inalámbricos, hornos de microondas, o cualquier otro artefacto que con sus señales pueda limitar el alcance de Wi-Fi.
Lamentablemente, en el caso de tratarse sólo de paredes, nada podremos hacer, salvo cambiar de ubicación el router inalámbrico. También es posible añadir repetidores de señal, con los cuales seguramente solucionaremos el problema.
Ahora, para arreglar los problemas ocasionados por las interferencias con otros aparatos, lo mejor sería colocarlos lo más lejos de la red inalámbrica posible.
Problemas con la red debido al software
Si todo lo que hemos probado anteriormente no ha podido solucionar el problema que teníamos con la red y seguimos sin poder comunicar las computadoras entre sí, estando todos los elementos como conectores, cables y demás en buen estado, así como una topografía de la red correcta, es posible que la solución se encuentre por la vía del software.
En este sentido, lo primero que tenemos que hacer para solucionar el problema es por supuesto despejar el camino de la señal. Para ello deberemos fijarnos que entre el router inalámbrico y las computadoras y dispositivos a alcanzar no existan paredes gruesas, teléfonos inalámbricos, hornos de microondas, o cualquier otro artefacto que con sus señales pueda limitar el alcance de Wi-Fi.
Lamentablemente, en el caso de tratarse sólo de paredes, nada podremos hacer, salvo cambiar de ubicación el router inalámbrico. También es posible añadir repetidores de señal, con los cuales seguramente solucionaremos el problema.
Ahora, para arreglar los problemas ocasionados por las interferencias con otros aparatos, lo mejor sería colocarlos lo más lejos de la red inalámbrica posible.
Problemas con la red debido al software
Si todo lo que hemos probado anteriormente no ha podido solucionar el problema que teníamos con la red y seguimos sin poder comunicar las computadoras entre sí, estando todos los elementos como conectores, cables y demás en buen estado, así como una topografía de la red correcta, es posible que la solución se encuentre por la vía del software.
En este sentido, una de los problemas que podríamos tener es que alguno de los equipos que conforman la red se encuentra configurado para un grupo de trabajo diferente.
Si estamos en Windows, podemos comprobar esto a través del icono de red en la barra de tareas, pulsando sobre “Centro de redes y recursos compartidos”. Una vez allí comprobamos si estamos unidos al mismo grupo de trabajo.